Ayer fue mi (Isa) cumpleaños y para celebrarlo preparamos esta deliciosa cheesecake de chocolate blanco. La verdad es que no tenía ni idea que tarta hacer, hay tantas que tenemos ganas de preparar que es muy difícil elegir... pero al saber que mi cuñado iba a venir a celebrarlo me decidí rápido por una tarta de este tipo ya que le encantan las cheesecakes, son sus favoritas y a nosotras también nos gustan muchísimo.
El resultado de la tarta ha sido todo un éxito, no nos ha parecido nada empalagosa y su cremosidad es toda una delicia, os la recomendamos. Además, puede ser apta para celiacos si usamos unas galletas sin gluten o cereales de Teff o sin gluten como hace nuestra amiga Helena de Disfrutando sin gluten para la base de la tarta.
CHEESECAKE DE CHOCOLATE BLANCO (molde desmoldable de 20cm)
Ingredientes:
- 200g de galletas.
- 80g de mantequilla.
- 200g de chocolate blanco.
- 200ml de nata para montar.
- 750g de queso tipo Philadelphia.
- 3 huevos.
- 100g de azúcar.
- 1 cucharadita de aroma de vainilla.
- 1 cucharada de maizena.
- Fresas para decorar.
Preparación:
- Forrar el molde con papel de horno tanto en la base como un poco en los laterales.
- Preparar la base de la tarta, para ello triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida en el microondas. Poner esta mezcla en la base del molde y un poco en las paredes.
- Calentar la nata en un cazo y cuando empiece a hervir apagar el fuego y echar el chocolate en trozos. Mover bien hasta que se funda por completo el chocolate. Reservar.
- Batir el queso crema junto al azúcar, lo justo hasta que esté cremoso y sin grumos.
- Añadir la maizena y seguidamente el aroma de vainilla, volver a batir suavemente, lo justo hasta que se integre.
- Incorporar el chocolate fundido con la nata que teníamos reservado y volver a mezclar suavemente para no incorporar aire.
- Echar los huevos uno a uno cuando el anterior se haya mezclado bien.
- Hornear a 160º unos 60 minutos aproximadamente, hasta que los bordes estén cuajados y el centro se mueva ligeramente.
- Dejar enfriar la tarta dentro del horno con la puerta un poco abierta para que no se raje con el cambio de temperatura y cuando esté fría la meteremos en la nevera hasta el día siguiente o toda la noche.
- Decorar con fresas.
Muchísimas gracias por todas vuestras felicitaciones de ayer, os invitamos a un trocito de tarta que al día siguiente está aún más buena.
Editamos esta entrada para contaros que el plato que hemos usado para presentar la tarta es de Ikea ya que nos habéis preguntado mucho por el, nos encanta lo elegante que es.
Esperamos que os guste.
Un beso.
El resultado de la tarta ha sido todo un éxito, no nos ha parecido nada empalagosa y su cremosidad es toda una delicia, os la recomendamos. Además, puede ser apta para celiacos si usamos unas galletas sin gluten o cereales de Teff o sin gluten como hace nuestra amiga Helena de Disfrutando sin gluten para la base de la tarta.
Ingredientes:
- 200g de galletas.
- 80g de mantequilla.
- 200g de chocolate blanco.
- 200ml de nata para montar.
- 750g de queso tipo Philadelphia.
- 3 huevos.
- 100g de azúcar.
- 1 cucharadita de aroma de vainilla.
- 1 cucharada de maizena.
- Fresas para decorar.
Preparación:
- Forrar el molde con papel de horno tanto en la base como un poco en los laterales.
- Preparar la base de la tarta, para ello triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida en el microondas. Poner esta mezcla en la base del molde y un poco en las paredes.
- Calentar la nata en un cazo y cuando empiece a hervir apagar el fuego y echar el chocolate en trozos. Mover bien hasta que se funda por completo el chocolate. Reservar.
- Batir el queso crema junto al azúcar, lo justo hasta que esté cremoso y sin grumos.
- Añadir la maizena y seguidamente el aroma de vainilla, volver a batir suavemente, lo justo hasta que se integre.
- Incorporar el chocolate fundido con la nata que teníamos reservado y volver a mezclar suavemente para no incorporar aire.
- Echar los huevos uno a uno cuando el anterior se haya mezclado bien.
- Hornear a 160º unos 60 minutos aproximadamente, hasta que los bordes estén cuajados y el centro se mueva ligeramente.
- Dejar enfriar la tarta dentro del horno con la puerta un poco abierta para que no se raje con el cambio de temperatura y cuando esté fría la meteremos en la nevera hasta el día siguiente o toda la noche.
- Decorar con fresas.
Editamos esta entrada para contaros que el plato que hemos usado para presentar la tarta es de Ikea ya que nos habéis preguntado mucho por el, nos encanta lo elegante que es.
Esperamos que os guste.
Un beso.